No sólo los particulares enfrentan la problemática de lidiar con espacios reducidos. El crecimiento de las grandes ciudades se ha desbordado en muchos aspectos, y a pesar del planeamiento urbano y de los esfuerzos institucionales, los espacios disponibles en las áreas más céntricas de las aglomeraciones urbanas, siempre suelen tener dimensiones pequeñas.
Ello sucede también en las empresas, que se ven obligadas a contar con oficinas pequeñas en comparación con los estándares vigentes hace algunos años. Por ello no resulta sorprendente que el alquiler de almacenes para empresas se haya convertido en algo común y usual en estos días.
¿Qué es lo que una empresa busca al alquilar un almacén o trastero?
La respuesta es bastante evidente: busca liberar espacio para ofrecer a sus clientes, empleados y proveedores una oficina más amplia, más estética y más útil.
Este espacio adicional no se puede conseguir simplemente tirando cosas a la basura o rediseñando la oficina misma. Hay cosas que hace falta conservar y para las cuales, invariablemente se necesita espacio. Entre los ejemplos más comunes de cosas que no se pueden desechar pero que por resultar voluminosas tampoco pueden permanecer en las instalaciones de la empresa (sobre todo si estamos hablando de oficinas de un tamaño reducido), son:
- Archivo inactivo: a pesar de los avances tecnológicos, son todavía muchos los papeles que deben conservarse en físico por algunos años. Contratos, inventarios, órdenes de envío, etcétera. Papeles que han sido firmados, aprobados, sellados y que es preciso mantener en algún sitio por si se llega a presentar algún tipo de reclamación o incluso un problema legal. Para este tipo de situaciones, existen archivadores resistentes que pueden almacenarse en un trastero especial y que facilitarán el hecho de mantener el archivo inactivo accesible, pero a la vez, no representando un estorbo en las labores cotidianas de la empresa.
- Inventario y suministros: digamos que la empresa se abastece anualmente de suministros específicos de oficina o algún otro tipo de materiales que necesiten de forma recurrente. Aquellas oficinas ubicadas en zonas céntricas difícilmente contarán con el espacio para establecer una bodega propia, por lo que el alquiler de almacenes resulta una opción ideal, sobre todo si éstos se encuentran cerca de las instalaciones de la empresa.
- Producción en espera de ser distribuida: ya sea que se trate de productos que ha elaborado la empresa, o si la empresa sólo es importadora o distribuidora, quizá haga falta una bodega para almacenar temporalmente la producción. Nuevamente, si la empresa se encuentra en oficinas pequeñas, alquilar un trastero es la opción menos compleja y más económica para solventar esas necesidades adicionales de almacenamiento.