Existen una serie de cosas que debes hacer al decidirte para alquilar un trastero en Madrid o en su zona conurbada, y aquí en Trasteros-Urbanos te presentamos algunas recomendaciones o tips:
- Visita las instalaciones en las que quieres almacenar tus objetos: así te podrás sentir cómodo con el personal y las instalaciones, además de determinar los trasteros que tienen disponibles.
- Haz una lista de los objetos que tienes planeado almacenar en tu trastero: al tener una cita con un gerente o personal encargado del trastero, la lista le permitirá identificar el tamaño que es más conveniente para tus necesidades.
- Etiqueta adecuadamente las cajas que vayas a almacenar: puesto que cuando regreses a tu trastero, de esta forma encontrarás tus cosas con mayor facilidad.
- Ubica los objetos que utilices con más frecuencia al frente de tu trastero: ello te ayudará a prevenir “excavaciones” incómodas al momento de ir a tu trastero a buscar algo.
- Maximiza tu espacio, y así maximizarás tu ahorro: ubica los objetos más grandes primero, y deja una isla en el centro vacía, para que puedas acceder bien a todos tus objetos. Recuerda las dimensiones de tu trastero y úsalas a tu favor.
- Decide si requieres asegurar los objetos que almacenarás: ya sea que tu trastero Madrid elegido te proporcione el seguro o que tú determines comprarlo aparte.
- Recuerda utilizar repisas: las repisas o estanterías son increíblemente útiles para economizar espacio y a la vez, tener cajas u objetos pequeños seguros, evitando que se encimen, que se caigan o quiebren.
- Utiliza mantas o grandes plásticos para cubrir tus bienes: cubrir los bienes en tu trastero con mantas, sábanas o plástico evita que se llenen de polvo y por lo tanto, los protege.
- Desarma objetos como mesas y camas: “romper” objetos grandes en partes pequeñas te ayudará a optimizar tu espacio. Asegúrate de embalar y etiquetar adecuadamente todos los tornillos, pijas y clavos necesarios para re-armar los muebles que hayas desarmado.
- Al almacenar objetos complejos, como ordenadores o aparatos electrónicos, asegúrate de etiquetar cuidadosamente todas las piezas: hay cables que pueden confundirse (coloca etiquetas de color con palabras claras que indiquen a qué corresponde cada cable). Ello te permitirá volver a armar y reinstalar todo con mayor facilidad. Si conservas las cajas originales, todavía mejor.