Muy de vez en cuando recibimos llamadas de clientes potenciales que tiene unas ideas de precio muy por debajo de lo que ofrecemos.
El malentendido se debe a que se confunde un centro de alquiler de trasteros con un guardamuebles. Las dos actividades son diferentes y ofrecen ventajas y inconvenientes cada una.
El trastero es ante todo de uso privativo: nadie otro que el inquilino del mismo puede acceder a el. Luego, el inquilino tiene un espacio delimitado por las paredes del trastero alquilado: no hay mezcla posible con pertenencias de otro inquilino. El acceso horario a un centro de alquiler de trasteros es amplio ya que el inquilino de un trasteros espera poder acceder cuando quiera a sus cosas. La seguridad es clave para que confíe en almacenar sus cosas en un centro de trasteros: guardias propios, alarmas y cámaras deberían ser comunes al negocio. Finalmente, se hace hincapié en tener un centro de alquiler de trasteros limpio y cómodo: muelles de carga, montacargas, furgonetas, carretillas etc. además de un mantenimiento cotidiano de las instalaciones.
El guardamuebles es más económico. El acceso es preestablecido pero restringido a personal del mismo. El control de las pertenencias está en mano de la empresa operando el guardamuebles.
Como ve algo en común tienen las dos actividades pero se distinguen en muchos aspectos también.